Edward POV
Me encontraba molesto con todos, con mi familia, pero sobre todo, conmigo mismo. Furioso por mi falta de confianza, cegado por un sentimiento tan humano que me costó la compañía de la persona mas importante en mi vida. Si, vida. Desde que Bella llegó, todo tuvo sentido, pero yo la alejé, por miedo, por celos...por tonto.
Ella es lo mas importante que tengo, lo único realmente valioso y por lo que arriesgaría todo lo demás. Sin ella, yo no soy nada. Y, aunque sé que ella no piensa en volver, aún mantengo la esperanza de otra oportunidad, una última oportunidad...
Sé que no la merezco, y que soy un idiota al esperarla con tanta ilusión, pero la realidad es que sin Bella no tengo razón. Ella es mi todo, siempre lo ha sido, y aunque me niegue volver a su lado, siempre va a seguir siéndolo.
No importa las veces que me pida que me marche, las veces que cierre su ventana por las noches o que se aleje cientos de kilómetros, yo siempre voy a estar a su lado, lo quiera o no. No me va a interesar lo que opinen los demás, o ella misma, siempre voy a estar para cuidarla.
Hace días te marchaste,
Y mi alma te llevaste,
Sola me dejaste,
Sin saber que hacer.
Corría por el bosque, incapaz de sacar el recuerdo de Bella de mi cabeza, viendo su rostro tatuado en mis párpados, rememorando su sonrisa una y otra vez, perdiéndome en los ficticios ojos chocolate, profundos y cautivadores. Toda ella estaba en mi memoria, tan perfecta como solo ella podía serlo, tan real...
Escuchaba mi celular sonar en el asiento del volvo, a unos metros de donde estaba parado, pero, ¿qué importaba? Lo más seguro es que alguno de mis hermanos llame para molestarme, igual como lo hicieron ayer, y como lo harán mañana. Son demasiado predecibles. El teléfono seguía sonando, pero no era capaz de responder, no deseaba escuchar un sermón por parte de mi familia. No sentía la necesidad de deprimirme por sus pensamientos o sus simples recuerdos, porque sé que no soy el único que la pasa mal por mis errores.
Cuando vuelvo al coche descubro las llamadas de cada miembro de la familia, y un mensaje de parte de Alice. Sabía que debía haber contestado...
Alice POV
¿Por qué no cogía el móvil? Para algo lo tiene, ¿no?
El muy cabezota de Edward se marchó cuando supo que tendríamos una reunión familiar, siempre tan cobarde...¿Quién se cree para dejarnos votados de este modo y en semejante situación?
-¡Jasper, contrólate!- gritó exasperadamente Rosalie, quien caminaba, debido a la ansiedad, por toda la sala. Mordía una de sus uñas y se encontraba más callada de lo normal, pero mi esposo no mejoraba en nada el evento.
-Jazz, por favor.- le rogué. Después de todo, Rose no era la única tensa, ni Jasper el único preocupado. Todos en la casa –a excepción de Edward que no estaba- nos encontrábamos en la misma situación.
Me quedé tan vacía,
Me sentía tan herida,
Me encontraba tan perdida,
Sin poder oír tu voz.
-¿Qué es exactamente lo que ves, Alice?- preguntó de nuevo Carlisle, quien ahora se veía más sereno que las tres veces anteriores que había repetido la misma cuestión. Todos relajaron la postura cuando me senté de nuevo en el sofá y Jasper comenzó a mandar ondas de tranquilidad en todas direcciones.
-Es Bella.- comencé a explicar mi visión con calma. –La veo en un lugar oscuro, una habitación...-pero Emmett me interrumpió.
-Pero eso ya lo habías visto antes.- dijo restándole importancia. –Además...¡auch, Rose!- se quedó callado cuando su mujer le dedicó una mirada furiosa, una de sus típicas amenazas "sin sexo por un mes".
-Sus amigos también están ahí, pero hay algo extraño.- dije retomando la palabra.
-¿Qué cosa?- preguntó con curiosidad Esme, sin olvidar ese toque de madre preocupada que solía usar siempre que se trataba de Bella.
-Están como dormidos, la música es muy estridente, pero no veo a nadie más.- llevé un dedo a mi barbilla, pensativa. –Veo algunas envolturas extrañas en el suelo y hay unas cosas metálicas que brillan de repente, como si fueran puntas...-
Rosalie me miró con los ojos abiertos como platos y la boca abierta un segundo, luego la cerró y apretando los puños marcó el celular de Edward, miró el reloj y movió su pie sobre el suelo, dejando clara su desesperación porque mi hermano respondiera...
Jasper POV
No lograba entender mucho de lo que ocurría. ¿Por qué Rosalie era rodeada por un aura de preocupación, sufrimiento y furia a la vez? Su rostro mostraba los mismos sentimientos que la embargaban, algo andaba definitivamente mal...
Carlisle y Esme nos miraban a todos, y a su alrededor giraban la preocupación, el miedo y el deseo de protegernos a todos de lo que se nos viniera encima en cualquier momento. Sus instintos paternales estaban encendidos en el momento.
Emmett estaba calmado, no se necesitaba leer mentes para saber que pensaba en todo menos en el problema de Bella, aunque para Emmett nada era realmente un problema. Mientras pudiera arreglarlo con su "súper fuerza", todo estaba solucionado.
Alice, por otra parte, estaba entre frustrada y preocupada. Lo primero por no tener en claro su visión y no decir a ciencia cierta lo que iba a pasar o estaba pasando; y lo segundo, por lo mismo, le intrigaba no conocer la situación que Bella atravesaba en su totalidad.
Porque te fuiste sin razón,
Rompiendo mi corazón,
Dejando atrás solo dolor,
Adiós, amor.
Y yo, por mi parte, estaba experimentando una corriente de emociones extremadamente fuerte. Ese era el defecto de mi poder, sobretodo cuando se trataba de Bella. Esa niña si que había logrado cambiar nuestras pacíficas existencias para transformarlas en agitadas vidas.
Vidas. Eso es lo que Isabella Swan nos había dado, una vida. Porque lo nuestro no podía considerarse como tal. Solo era una existencia vacía, centrada en nuestros compañeros de clan, nuestra "familia", el resto de los de nuestra especie y nuestra pareja.
Y de pronto aparece una simple y torpe humana, quien nos enseña más de lo que creíamos saber y nos concede una felicidad que ni siquiera pensábamos conocer. Porque ella no solo es el sol de Edward, también es el nuestro.
Pero saber en que lío se encontraba metida era algo muy complicado al no tener claro su futuro.
Era como buscar una aguja en un pajar.
-Una aguja...- susurré inconscientemente, y todos giraron a verme, observando en mi rostro la incredulidad que yo notaba en los suyos. Algo comenzaba a tomar forma en nuestras cabezas...
Rosalie POV
-Una aguja...-repetí, después que Jasper lo hubiera mencionado. Y de pronto, todas las piezas encajaron...
-Puntas metálicas que brillan...-dijo Alice, entiendo por donde iba la cosa.

-Nos mintió.- chillé encolerizada, ¿por qué demonios lo hizo? Su historia no era la mas brillante, pero a simple vista se notaba que no estaba mintiéndonos, considerando que se trataba de Bella, porque sinceramente, Bella no sabe mentir.
-Tranquila, Rose.- dijo Emmett, mientras sostenía mi mano con fuerza. –Todo va a estar bien.- ¡Claro! Para él las cosas siempre están bien...
-Cállate, Emmett.- dije apartándome de él. ¿Y que demonios me pasaba? ¿Desde cuando Isabella Swan me importaba tanto? Pero claro, si el idiota de Edward no la hubiera dejado yo no estaría planteándome una pregunta tan estúpida en este momento.
Las mañanas tan sombrías,
Y las noches son tan frías,
Al no tener tu compañía,
Para hacerme feliz.
Isabella Swan me comenzó a importar desde el momento que Edward la escogió. Porque con su sola presencia logró cambiar lo que el tiempo no pudo, a nosotros. Nuestro modo de ser y de ver la vida, de superar nuestra repulsión a los humanos, o nuestro miedo a herirlos.
Porque ella es especial y fue la primera persona que no escuchó mi historia con lástima o maldad, la que mejor se portó conmigo a pesar de mis malos tratos. La que le dio esa alegría a Edward y ese amor a Esme, la que alumbró nuestro hogar y nos divirtió tantas veces.
La hermana que estuve a punto de tener, pero que me fue arrebatada de golpe.
Isabella Swan es una persona muy importante, y pronto será un miembro de esta familia. No importa si pierde su vida en el intento, lo va a ser. Si Edward no la transforma, lo haré yo.
Porque no voy a dejar que mi familia se hunda en esa fría y solitaria oscuridad una tercera vez por culpa de los errores de mi hermano y la falta de opinión de nuestra parte. No vamos a volver a sufrir por esto.
De eso, estoy segura.
Emmett POV
Otra reunión. Últimamente se dan muy seguidas.
Pero todo esto podría evitarse si el idiota de Edward no hubiera dejado a mi patosa hermanita sola otra vez, o si nosotros no nos hubiéramos ido con él. Creo que todos tenemos un poco de culpa en esto.
Aun así, la mayor parte es del cabezota que toca el piano, ¿por qué tenia que dejarla de nuevo? ¿Acaso no dijo que aprendió la primera vez y que este error no lo volvería a cometer nunca? Si que es idiota.
Siempre hace promesas que no puede cumplir, como las que le hizo a Bella, cuando ésta lo perdonó. O las que se hicieron al momento de comprometerse. O cuando...
-¡Emmett!-gritó Edward al mismo tiempo que cruzaba el umbral de la puerta. Todos nos giramos a verlo con el ceño fruncido y miradas asesinas, Rosalie sonrió malévolamente, y yo conocía esa sonrisa.
Las horas pasan sin sentido,
Y aun no encuentro mi camino,
He perdido mi destino,
Sin poderlo evitar.
-Hola, Edward.-dijo mi esposa con voz dulce, aunque tras su tono se escondía el odio más intenso...no necesitaba a Jasper para sentir tal índice de maldad.
Edward nos contempló extrañado, por primera vez, yo era el único que pensaba en esa casa. Y se sentía muy bien. Aunque era un mal momento para tener la mente llena de ideas extrañas.
-¿Qué pasa?-preguntó al ver que nadie decía nada, ni pensaban en nada. -¿Qué viste, Alice?-
Sus ojos se clavaron en la duendecilla, quien sonrió débilmente y respondió con sarcasmo:
-A ti huyendo de tu familia...-el rostro de Edward no se inmutó y Rosalie soltó una pequeña carcajada, alertándonos que el volcán pronto iba a hacer erupción. Me alejé unos pasos de ella.
-¿Eso es todo, por eso todos me han llamado y han interrumpido mi salida?- el tono molesto de su voz hizo que Carlisle se pusiera de pie en su nivel de autoridad máximo.
-Calla, Edward.- éste le miró interrogante, pero no dijo nada. –Si hemos estado llamándote es porque ocurre algo importante, aunque nunca debiste haberte ido.- el tono de Carlisle era de total reproche.
Esme POV
-Cuando tu padre convoca a reunión familiar, Edward.- dije con voz calmada, pero con un pequeño toque de autoridad maternal. –Toda la familia debe estar aquí.- puse cierto énfasis en la palabra "toda".
-Lo siento.- dijo antes de sentarse en el sofá y mirarme con sus enormes y suplicantes ojos dorados.
-Esta bien, Edward.- dije para consolarlo. Sonreí un poco, y él pareció notar que algo no andaba del todo bien.
-¿Qué va mal?- preguntó preocupado, pues nuestras mentes no le daban información suficiente para saberlo.
-Algo anda mal con Bella.- apenas escuchó eso, una corriente de emociones atravesaron su rostro y sus ojos mostraron solo dolor. -Aun no sabemos qué, pero creemos tener una pista.-
Le ofrecí a través de mis pensamientos todo lo que habíamos discutido en su ausencia, y a cada segundo su rostro se notaba mas desfigurado por la preocupación y la culpa.
La luz del sol se apagó,
La tierra de girar paró,
Nuestro amor se terminó,
Adiós, amor.
-Bella nunca haría esto.- comentó con el ceño fruncido y un tono de reproche.
-Es humana, Edward.- murmuró mi esposo, atrayendo su atención. –Es normal para ellos este tipo de salidas.-
-Bella no es una humana...normal.- de eso no nos cabía duda alguna.
-Pero es una humana, a final de cuentas.- dijo Jasper calmadamente. –Tienden a dejarse llevar por sus emociones y verse envueltos en situaciones similares, solo piensa en todo por lo que ha pasado.-
Todos nos quedamos en silencio, ¿qué tenía Bella para sufrir de esa manera? Nuestra marcha, la muerte de su madre y su padrastro, la de su padre...la huida de su amigo, nuestro regreso...sus nuevos compañeros y su novio...
Mientras pensaba en ello, vi el rostro de Edward volverse más serio, al tiempo que apretaba los puños con fuerza. Eso de los celos era clásico en él, por eso es que estamos metidos en esto. Bella es la que siempre ha tenido miedo de que mi hijo la cambie, y resulta que él es el celoso...
Pobre de mi pequeño...
Carlisle POV
-Creo que debemos hacer algo.- dijo Alice, empeñada en solucionar las cosas antes de saber lo que pasaba realmente.
-No debemos hacer nada si no estamos seguros.- dije, ganándome varias miradas de reproche y uno que otro gruñido. -¿Y si echamos a perder algo?- nadie respondió.
El resto de la tarde la pasamos sentados en la sala, sin hablarnos y sin dirigirnos ni una mirada. Rosalie y Alice ojeaban unas revistas de moda, pero no las estaban mirando realmente. Emmett y Jasper "veían" la televisión, una vieja película de vampiros...Esme revisaba un catálogo de decoración. Edward escuchaba un disco en un reproductor portátil y yo, yo leía unos artículos de medicina.
Un chillido de Alice nos trajo de vuelta al mundo real. Jasper sostuvo su mano en un parpadeo, al mismo tiempo que trataba de calmarla cuando ésta se aferró a su pecho y comenzó a sollozar en un ataque de histeria. Todos nos levantamos por impulso a ver lo que pasaba.
Porque te fuiste sin razón,
Rompiendo mi corazón,
Dejando atrás solo dolor,
Adiós, amor.
-No, no, no.- murmuraba sin soltarse de su esposo. –Bella, no.- cuando el nombre de nuestra pequeña y torpe humana salió de sus labios todos quedamos en shock. –Por favor, no.-
-¿Qué pasa, Alice?- pregunté ansioso, esperando que fuera capaz de decírmelo.
-Bella, sus amigos, en la tocada.- ninguna de sus palabras tenía sentido, no lograba entender a donde quería llegar. –No hay más futuro, se acabó.-
-¿Qué se acabó?-pregunté de nuevo.
-Su vida. Bella va a morir.-
Todos nos miramos con preocupación y tristeza. Antes que pudiera decir algo, Edward había salido corriendo por la puerta. Intentamos tranquilizar a Alice antes de seguirlo, algo que fue muy complicado.
¿Cómo es que todo había llegado tan lejos? Bella no podía morir esta noche, no iba a ser así. Algo en la visión de Alice debía estar mal. Algo fallaba, quizás no era eso lo que realmente veía, quizás solo era un punto lejano.
Una situación lejana...
O eso es lo que esperaba...
Edward POV
Escuché a Alice hablar y vi la visión en su mente repetirse una y otra vez, dejándome claro todo lo que iba a suceder. No debía demorarme un segundo mas, o podría ser demasiado tarde para salvarla. Y yo no estaba dispuesto a renunciar a Bella con tanta facilidad ahora que estaba decidido a permanecer con ella para siempre.
No importaba el precio que tuviéramos que pagar, estaríamos juntos por toda la eternidad y ya no iba a permitir que nada se interpusiera entre nosotros. De ahora en adelante solo íbamos a ser ella y yo, mi familia, nuestra familia.
Deseaba con todas mis fuerzas llegar a tiempo para advertirle que no lo hiciera, para detenerla y en el peor de los casos...para transformarla. Pero una parte de mi se negaba al echo de acabar con su vida humana todavía. Pero eso es lo que Bella mas desea, y si va a darme otra oportunidad, lo mínimo que puedo hacer es concederle su deseo y dejarla ser parte de la familia del modo correcto.
Las condiciones ya no eran importantes, ninguna de ellas. Mientras estuviera a mi lado, yo sería feliz.
Llegué al lugar donde se llevaba a cabo la famosa tocada, había mucho humo todavía, pero la gente se había marchado. Todo estaba sumergido en un ambiente de soledad tan melancólica que me hizo sentir mal, el olor a alcohol, tabaco y otras cosas era muy fuerte. Había cosas rotas...y una luz brillaba en un cuarto al fondo.
Me encaminé a él, notando el nerviosismo en mi cuerpo aumentar cada paso que daba. Sabia exactamente lo que iba a encontrar del otro lado, pero no quería verlo.
La luz del sol se apagó,
La tierra de girar paró,
Nuestro amor se terminó,
Adiós, amor.
-No, Bella, no.-rogué a los cielos que todo fuera una pesadilla, que por algún milagro estuviera durmiendo. O todo fuera una visión antes de mi partida, que nada fuera real.
-Por favor, Bella. Por favor, amor.-cuando la tomé entre mis brazos, el resto de mi familia llegó. Todos estaban con los rostros desencajados y llenos de tristeza. Las chicas se llevaron una mano a la boca y comenzaron a sollozar, Esme se dejó caer de rodillas al suelo.
-Es tarde, Edward.- dijo Carlisle, pero no le di importancia. –Aunque intentaras transformarla, no va a funcionar.-
Acerqué el oído a su pecho, para escuchar el débil latido de su corazón. Aun estaba viva, pero no lo estaría por mucho tiempo si no hacía algo.
"Inténtalo, Edward." El pensamiento de Alice fue suficiente para mí.
Sin dudarlo y sin preguntar, clavé los colmillos en su cuello, sintiendo el sabor de su sangre en los labios. No estaba pura, las drogas corrían por ella, pero el sabor dulce seguía oculto entre el resto. Era mi Bella, no había duda.
Nuestro amor se terminó
No hubo cambio alguno. No tenía sentido seguir con esa farsa, había llegado demasiado tarde, pero podría haber evitado todo esto.
Porque era mi culpa, todo era mi culpa.
Y sentí deseos de llorar, de gritar como nunca lo había hecho. La mano de Alice en mi hombro no era suficiente consuelo. Apreté delicadamente el cuerpo de Bella contra mi pecho, mientras sollozaba con lágrimas imaginarias.
Adiós, amor...
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