8 de junio de 2010

Atracción: Capítulo XIII

13. La Llamada

Su voz era melodiosa y seductora. Había olvidado por completo su tono de voz. Sentí miedo al saber que era él, uno de los que me persiguen, pero a la vez lo dejé de lado.

A mi mente vinieron imágenes de la última vez que lo vi. Un vampiro de complexión más liviana que la del otro que me reconoció en el centro comercial —tanto las facciones como el pelo castaño claro eran anodinos—su gracia era sorprendente, tan atractivo y seductor en cada movimiento o palabra que decía. Sin embargo, su mirada era de una calma absoluta, y sus ojos, en cierto modo, los más atentos en toda ocasión. Su nombre es James.

Tuve la oportunidad de toparme con él y sus compañeros: Laurent y Miranda hace algunos años en Volterra. Laurent es al que vi hoy por la tarde. Miranda era una vampiresa muy caprichosa, le encantaba verse como ganadora y no aceptaba un NO por respuesta. Los conocí en mi ciudad de renacimiento unos dos años antes de venir a Forks. James era un chico muy amable y lindo. Mis tíos le tenían aprecio en los meses que estuvieron a nuestro lado. Siempre pensaron que él sería mi eterno compañero.

Tiempo después descubrí sus verdaderos propósitos, deseaban acabar con los Vulturis, y si no encontraban el modo de hacerlo revelarían el secreto que escondemos. Fui lo suficientemente fuerte para enfrentarme a Miranda, luché contra ella y dejé más que claro que era mejor que se marcharan, que contra la guardia no tenían una sola oportunidad y se fueron. Pero nunca creí que regresarían por mi.

-¿Qué pasa Bella, tan asustada estas que no puedes ni responder?- su tono de burla me regresó a la realidad. Solté la mano de Edward y de un salto me puse de pie, apartándome un poco de los Cullen, quienes me miraban con preocupación en sus dorados ojos. Tan distintos a los de mis depredadores.

-¿Qué quieres James? Creí que habíamos terminado nuestra relación y no volveríamos a tener contacto- reí amargamente, ocultando el nerviosismo de mi voz a la perfección.

-Tus padres acabaron con Laurent hace unas horas, ¿no lo sabías? – estaba furioso. Abrí los ojos por la sorpresa, miré el reloj y en efecto, mis padres habían desaparecido hace unas tres horas, ¿cómo? Significa que Laurent estaba demasiado cerca de la casa como para que...

-Laurent esta muerto...-susurré. Estaba sorprendida. Cualquiera pensaría que sufría por la perdida de un gran amigo.

-Escúchame bien, Bella. No importa si estas en Forks o en Volterra. Tu interrumpiste nuestros planes y atacaste a Miranda. No importa si te escondes, siempre te encontraremos.-la llamada se cortó y me quedé de pie.

Las imágenes de la lucha efectuada en mi casa me golpearon. Laurent se encontraba en mi habitación cuando Charlie y Renée llegaron, pelearon, mi madre estaba herida, lograron matarlo y luego incineraron su cuerpo. Era como ver una película, pero podía sentir que estaba ahí, escuchaba los gritos de Laurent. Caí al piso de rodillas intentando alejar eso de mi mente. Uno menos. Pero si Laurent estaba muerto, ¿por qué james habló en plural?

Esme se acercó a mi y me abrazó con fuerzas. Nos levantamos juntas y me ayudó a sentarme en el sillón de nuevo. Miré los rostros desencajados de todos y decidí contarles todo.

-¿Qué pasa Bella?- preguntó la amable voz de Carlisle.

-Hace dos años conocí a un trío de vampiros en Volterra. Ellos estaban ahí de paso. Sus nombres eran Laurent, Miranda y James. Ellos eran muy amables y los comencé a ver como unos verdaderos amigos. Todos pensaban que James y yo podríamos ser algo más, yo también lo creí muchas veces. Pero todo cambió cuando sus pensamientos se abrieron a mi de forma sincera...ellos estaban en Italia para acabar con los Vulturis. No estaba dispuesta a dejarlos atacar la ciudad, así que me enfrenté a Miranda y los obligué a marcharse, pero ella se negó.-sollozaba suavemente, pero no dejaba de narrar lo sucedido, si me detenía no podría continuar de nuevo.

-¿Qué hiciste Bella?- preguntó Alice con la curiosidad brillando en sus ojos.

-Luché contra ella, fue difícil, pero la vencí. Yo...maté a Miranda. James y Laurent se fueron y no volví a saber de ellos hasta hoy. Laurent es el vampiro del centro comercial, él dijo que me buscaban. Han estado viajando los últimos años buscando el modo de vengarse por lo que le hice a Miranda, la pareja de Laurent.-dije tristemente.

-Entonces, ¿por eso te pusiste mal? Ese tal...Laurent te vio en el centro comercial y se acercó a ti. Tienes miedo y por eso entraste en shock-dijo confiado Jasper.

-No solo es por haberlo visto o porque haya dicho que me buscan. Sino que antes de marcharse me dio un abrazo y besó mi mejilla.-era un susurro dolido lo que escapaba de mis labios.

-Pero, ¿qué tiene eso de malo?-cuestionó la despampanante rubia, para mi sorpresa.

-Cuando un vampiro amigo besa tu mejilla, como lo hace Aro, es una muestra de afecto. Cuando alguien que no es tu amigo, que puedes considerar como a tu enemigo, si sus labios tocan tu rostro solo puede significar una cosa: muerte. Cuando él me besó esta tarde, anunció el inicio de la cacería. Inician mañana por la noche y tienen como limite el amanecer del lunes, para ese momento, uno de nosotros estará muerto. –

-Pero, ¿él que te llamó...?-

-Era James. Solo quería recordarme que me buscan. Me advirtió que me encontrará de cualquier modo. también dijo que mis padres mataron a Laurent hace unas horas...-

-¿Es verdad?- preguntó Emmett.

-Lo es. He visto todo a través de los pensamientos de papá- dije con una sonrisa de satisfacción.

-¿Qué hacemos Bella? Te ayudaremos a acabar con ellos.-esa fue la dulce voz de mi suegra.

-Gracias por todo, pero no me quedaré más tiempo. Mis padres están empacando justo ahora, mañana regresamos a Volterra. James y su nuevo acompañante nos seguirán a Italia y mis tíos se encargarán del resto.-me puse de pie dispuesta a marcharme. –Con su permiso, debo irme a casa y ver en que ayudo- Edward me tomó del brazo cuando me dirigía a la puerta. Me giré y ya no había nadie en la sala.

Clavé mis ojos en los suyos y soltando un suspiro lo acompañé a su habitación. Al entrar me senté en su sillón y esperé a que estuviera a mi lado. Esperaba un interrogatorio de su parte o quizás que insistiera en ayudarme, pero no lo hizo.

Lo único que recibí de su parte fue un beso. Un beso profundo cargado de deseo, mientras nos acostábamos en el sillón como la primera vez que estuve aquí. Sus labios abandonaron los míos solo par susurrar en mi oído:

-Te ayudaremos quieras o no. Mañana partimos todos a Volterra-

Me congelé por un segundo. Pero luego me dejé llevar por sus labios una vez más. Mis tíos estarían felices de ver a Carlisle y yo, no podía estar lejos de Edward.

No hay comentarios:

Publicar un comentario