8 de junio de 2010

Un Nuevo Comienzo: Capítulo XII

Capítulo 12. Reprimenda.

Jasper POV

Bella estaba inquieta, habíamos decido atenderla en su casa en vez de llevarla a la nuestra. En realidad, Carlisle lo ordenó, pues ella no parecía muy dispuesta a que fuera de otro modo. Aun en su estado de semi-inconsciencia lograba hacerme sentir toda su desesperación y desilusión.

Nombraba incansablemente a Heidi y le rogaba por que mordiera a alguna persona, aunque no lográbamos entender el nombre, Carlisle dijo que se trataba de Charlie. En ese momento comprendimos cual era la razón de su esperanza y por qué aquella vampiresa estaba en el funeral. Pero, ¿por qué no habían matado a Bella, si ella aun era humana? Nuestro regreso estaba lleno de preguntas y dudas sin respuesta ni aclaración, el cambio de actitud de Bella no ayudaba en nada a espantarlas, y las jugadas que estaba realizando nos complicaba las cosas. ¿Qué estaba pasando en realidad?

-Bibiana, por favor...-un murmullo de Bella me obligó a acercarme y ver que decía. –Lo necesito...- ¿Qué necesitaba? ¿Quién era Bibiana? Extendió su brazo hacia mi al mismo tiempo que seguían insistiendo, levanté su manga y noté los piquetes que Rosalie me había comentado. Si dudarlo llamé a Carlisle.

-Aun no baja la fiebre, esta muy débil, creo que no ha comido en días.-decía mi padre mientras tomaba su temperatura. –Creo que se ha estado inyectando algo.- sus ojos brillaron ante el descubrimiento. Bajamos a prisa y nos reunimos toda la familia en la sala para escuchar la noticia.

Rosalie POV

Jasper salió de la habitación de Bella anunciando una reunión familiar en la sala de los Swan. Estábamos muy inquietos, en especial Alice que no lograba ver el fututo de la humana. Carlisle había revisado la aguja frente a nosotros y en sus ojos brillaba la preocupación que sentía. Edward se movía inquieto en el sillón, al parecer no podía leer la mente de nuestro padre. -Creo que Bella ha estado inyectándose y...-comenzó él.

-¿Crees que Bella se esta drogando?- exploté molesta. –Bella no es ese tipo de humanos que...-

-Es lo que esta haciendo, Rose. La aguja lo confirma, sus latidos, su comportamiento, sus amigos y las notables salidas, su descontrol al pasar los efectos. Bella estuvo drogada la mayor parte del funeral, por eso estuvo a punto de un colapso.- me quedé quieta. No entendía de que iba todo esto, Bella no era ese tipo de chicas que...buscan la salida fácil. Unos pasos en la escalera nos alertaron de la llegada de Bella. Nos giramos a mirarla. Ella estaba de pie en el ultimo escalón –de arriba abajo, es decir estaba aun escalón de la planta baja-, su mirada fija en el suelo y apretaba los puños, se veía pálida y débil, pero también podíamos sentir su furia. Sus labios se movían veloces y murmuraba cientos de blasfemias que no pudimos entender del todo incluso con nuestros desarrollados sentidos. Pero alcancé a distinguir una maldición y una amenaza hacia alguna de sus amigas. 

-Bella...-rompí el incómodo silencio que se había formado en la sala. -Al diablo la cortesía.-levantó a mirada llena de furia. 

–Fuera de mi casa.-señaló con un dedo la puerta y estuve a punto de creer que le daría un ataque.

Bella POV

Estaba completa y totalmente encolerizada. Los Cullen estaban en MI casa, hablando sobre MI vida y acusándome de DROGADICTA. ¿Quiénes eran ellos para hacer todo eso? Debes ser cortes, Bella. Sopórtalos un momento, pídeles que te dejen sola y luego piensa en una salida rápida. 

 -Bella...-la voz de Rosalie. 

-Al diablo la cortesía. Fuera de mi casa.-

-Bella, debemos hablar.- la voz autoritaria de Carlisle me dejó completamente helada.

-Muy bien, hablemos.- el tono desafiante en mi voz suavizó su expresión seria.

-¿Qué has hecho en nuestra ausencia?- Bam, el quería que le contara lo de las drogas. Vaya que me creen tonta.

-Nada especial, lo normal ya saben: disfrutar cada día al máximo, ir a unos cuantos funerales, trabajar, desear morir, nada nuevo. ¿Qué tal ustedes?- el tono era casual, pero sarcástico. Ellos me miraban con desaprobación y recelo.

-¿Algo más?- preguntó de nuevo el Dr. Cullen.

-Mmm, salir con mis nuevos amigos y con mi novio.- golpe bajo para Edward. En su rostro se mostró el dolor ante mis palabras.

-¿Y que hay de las drogas, Bella?- la voz herida de Esme casi me hace ceder ante ellos.

-¿Drogas?-pregunté inocentemente. –Yo no me drogo, ¿qué les hace pensar eso?- me sentía indignada, definitivamente mi actuación iba en aumento.

-Tu comportamiento durante el funeral lo demuestra, las marcas en tu brazo son la prueba y esta jeringa que Alice encontró en el baño...-Carlisle creía tener todo a su favor, pero ya lo dije, de tonta o tengo nada.

-Lo reconozco: tomé tranquilizantes durante el funeral, pasé mucho tiempo sin dormir y estaba deprimida. Lo de los brazos son mosquitos de Port Angeles, por lo general uso blusas de una sola manga y jeans. Y lo de la jeringa...bien, prometí no decirlo...pero mi amiga Carolina es adicta y Bibiana y yo la ayudamos con la heroína.- fin de la historia, ¿qué tal Cullen?

Las expresiones en sus rostros se suavizaron. Habían creído la historia, ¿ahora, quienes son los tontos? Reprimí la carcajada que quería soltar y la sonrisita que amenazaba delatarme.

-Lo sentimos, Bella.-la voz de Alice me confirmó que ya no dudaban de mi.

-Creo que es suficiente visita de su parte. Vengo de un funeral, no creo que lo olvidaran. Llevo días en vela, y ustedes me acaban de acusar de drogadicta. La puerta está abierta, márchense.- todos desaparecieron a velocidad vampirica.

Subí a mi cuarto y tomé la pijama. Me fui a bañar, me cambie y me metí en la cama dispuesta a dormir. Pero no lo conseguí.

Edward POV

Me sentí mas tranquilo cuando Bella dijo que estábamos en un error. Todos lo estábamos. Bella nunca fue buena para mentir, y cuando nos contó todo eso, nunca dudo ni titubeó, era verdad.

Edward, quédate en su cuarto esta noche. Talvez se ponga mal en la madrugada. El pensamiento de Carlisle me convenció de regresar a casa de mi dulce y torpe humana.

Entré por su ventana sin hacer ruido alguno. Un suspiro escapó de sus labios, sus ojos estaban cerrados y parecía dormir cómodamente.

Se movía inquieta en la cama, como siempre lo hacia al dormir sola.

Me senté en la mecedora y empecé a tararear su nana bajita, consiguiendo que dejara de moverse y suspirara de nuevo. El deseo de poder conocer sus sueños me invadió de nuevo, y las ganas de acostarme a su lado eran inmensas.

-Edward...-mi nombre salió de sus labios. Cerré los ojos y esperé algo más...pero lo que escuché no era exactamente eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario