7. Visita Nocturna
Desde que salí de casa de los Cullen, he estado encerrada en mi habitación leyendo uno de mis libros. No estoy muy segura de lo que he hecho hoy.
Estuve a punto de echar a perder todo cuando comente lo de Alice. Aunque si me resulta extraño que ella nunca hubiera visto lo que podría ocurrir. Quizás fue el impulso que tuve de saber si estaba realmente en lo cierto. Talvez sus visiones tenían algún tipo de condición.
Ella no vio lo que les iba a preguntar porque ni yo lo sabía aún. Ni tampoco podía darse cuenta de que Edward y yo estábamos...compartiendo un momento privado porque fue un instinto, la atracción me nubló el pensamiento. Aunque tampoco puedo negar que me arrepiento de haber reaccionado así.
No puedo creer que mi madre tenga razón. Me he enamorado de Edward en unos cuantos días, aunque hay que admitir que sus encantos son irresistibles. El momento de revelar el secreto se acerca.
Miro el reloj de forma distraída, las once. Edward vendrá a medianoche. Creo que por primera vez desde que estoy en Forks tomaré una siesta. Es algo sencillo, cuando estaba aburrida en Volterra me acostaba y ponía un CD en mi reproductor portátil, cerraba los ojos y cualquiera pensaba que estaba dormida. Era una gran ventaja cuando dormía en casa de alguna de mis compañeras del colegio. Después de todo, Heidi y yo éramos las encargadas de darles de cenar a mis tíos. Mi apariencia humana me permitía acercarme a las presas con suma facilidad, Heidi las capturaba días después de que yo hubiera entablado cierta amistad con ellas y los Vulturis eran felices.
La tarea me disgustaba un poco, pero lo extraño no es que un vampiro busque sangre humana, lo anormal es que no lo haga. Es algo de la cadena alimenticia. Los hombres se alimentan de animales, los animales de otros animales o plantas, y los vampiros de humanos. Es algo un poco macabro, pero sigue siendo parte de nuestra naturaleza.
Guardo el libro en el estante que le corresponde y regreso a la cama, trayendo conmigo un disco de Kudai. La música de hoy en día no me molesta, estoy totalmente acostumbrada y conozco todas las bandas desde mi adolescencia humana hasta las que han surgido en los últimos años.
Presiono play y cierro los ojos.
Pasado un rato escucho un leve sonido en la habitación, y se que el está aquí. Si pudiera abrir los ojos y mirarlo lo haría. Pero se supone que estoy durmiendo.
Se ha sentado en la silla frente al escritorio de mi computadora al mismo tiempo que observa con sumo detalle mi alcoba. Los colores son algo oscuros, lo se. No necesito que el me lo recuerde, pero deben reconocer que tengo un estilo propio y fui criada por tres hombres milenarios. Aro es el mas alegre y cree que estos colores son como yo. No entiendo la razón, pero me identifico a la perfección.
Pronto estaré lista para decirle que no soy lo que él cree. Quiero estar con él y quien sabe, talvez la próxima vez que me visite yo esté despierta.
Siento como su esencia se hace mas fuerte. Se acerca con cuidado a mi, y puedo sentir su mano acariciar mi mejilla al mismo tiempo que dice mi nombre. Estoy segura que si no supiera que no duermo, pensaría que esto es un sueño.
Su nombre escapa de mis labios sin siquiera habérmelo propuesto. Y me extraña el sonido tan melodioso con el que lo pronuncio. Tan claro, perfecto. Un sentimiento que nunca conocí empieza a surgir en mi interior.
Creo que esto es a lo que llaman amor.
Vuelve a acariciar mi mejilla y sonrío.
Se queda el resto de la noche observándome mientras considera la posibilidad de venir más seguido.
Ya que no puede leer mi mente, debería darle una ayudadita. Cuando era humana solía hablar dormida, quizás lo haga ahora. Seria un juego entretenido.
Cuando me levanto en la mañana él ya se ha ido, igual que el resto de mi familia.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
La escuela sigue igual de aburrida que siempre. No he visto a ninguno de los Cullen hoy. Lo mas probable es que me eviten y rehúsen mis miradas. Dejo que todo pase sin siquiera notarlo. Deseo que la hora del almuerzo llegue.
Cuando por fin suena la campana y nos dirigimos a la cafetería puedo oír lo que piensa Alice, piensa pedirme que me siente con ellos cinco, van a mantenerme a su lado para que no pueda decirle nada a nadie.
Pero¿debo esperar hasta que me invite? Apenas entramos recogemos una bandeja con comida, si es que a eso se le puede llamar comida. Camino lentamente a la mesa donde siempre me siento y noto la mirada curiosa de Rosalie en mí. Me despido con una dulce sonrisa de mis compañeros y avanzo a la mesa de mis nuevos amigos vampiros. Todos me miran sorprendidos.
-Hola. Gracias por la invitación Alice.-le digo mientras me siento a junto a Edward.
-¿Cómo supiste que yo...?-no termina de hablar, pero todos se giran a verme.
-Yo lo llamaría instinto. Después de todo, yo sé algo que no debería saber y Edward no puede leer mi mente para ver si guardo el secreto o lo comento al que me pasa por enfrente- respondí mordiendo la manzana en mi bandeja. No es que fuera de mi agrado, lo que comienza a preocuparme es que la comida normal no me disgusta como hace una semana. Mientras no me olvide de cazar por comer estas cosas me mantendré en calma.
-Tiene razón.- murmuró Rosalie un poco molesta. Bella dos, los Cullen cero.
-"Creo que nos oculta algo. Una persona normal no puede adivinar con tanta facilidad lo que somos, ella no es normal, debe ser algo más, quizás también sea...¿un vampiro? Pero entonces ella...podrá ser que...¿comparta el don de Edward?...por eso supo lo que Alice..."-
Debo reconocer que Jasper no es nada tonto, ha dado con la información adecuada. El problema es que ha bloqueado sus pensamientos para Edward, yo puedo atravesar sus barreras fácilmente. No hay excepciones. Siempre puedo leer mentes, solo cuando bloqueo la mía no escucho nada. O cuando estoy demasiado cerca de Edward.
-Jasper, Jasper, Jasper...si yo fuera tu, cuidaría lo que pienso de los demás, los resultados no siempre son agradables cuando la gente se entera de eso...¿no crees?- sigo comiéndome la manzana tranquilamente.
-"¿Cómo supo que yo...?"-
-Porque tu teoría es correcta. Pero si yo fuera tu no la comentaría, podría traerte ciertos problemas...¿puedes hacer eso por mi? o...¿no eres capaz?-le pregunto seria. Puedo ver en el rostro de todos los presentes el desconcierto. Pero Jasper asiente.
Luego la tensión desaparece en un instante, dejándome ver cuan asombroso es el poder del Hale.
Creo que las cosas se han empezado a salir de control. Debo actuar rápido antes de que todos sepan lo que soy.
No quiero que nadie arruine la sorpresa.
Quiero que cuando yo admita ser un vampiro, Carlisle esté presente.
-Gracias Jasper. No te preocupes, pronto los demás lo sabrán. Solo que tu no serás el encargado de hacérselos saber- antes de que cualquiera me dirija la palabra me levanto y abandono el lugar.
Pero aun puedo escuchar lo que dicen...
-¿Qué teoría Jasper?-
-No puedo decirlo Alice. Ella lo ha dejado bastante claro...yo no...lo diré.-
-¿Tan malo es?-
-No lo sé. Ella no es alguien común.-
-¿Cómo supo lo que tu...?-
-No lo se.-
El momento de la verdad se acerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario