8 de junio de 2010

School Days: Capítulo IV

Chapter 4.

Bella POV

Una vez en mi cuarto, acostada sobre la cama, me permití pensar con claridad. Yo no era como las demás, es cierto que soy una de ellas...pero eso no me hace igual, ¿o si?

Mi madre fue una divina cuando estudió en este internado, fue una abeja reina...fue una zorra. Lo sé. Pero yo no soy como mi madre.

No tengo interés alguno en frivolidades como la popularidad o una carrera como modelo, detesto el mundo artístico, así que no seré alguien famoso. Me gusta centrarme en cosas distintas, por ejemplo mis estudios. ¡Por Dios, solo tengo 16 años! Upss...

Esta bien, mentí sobre eso. Mi cumpleaños es el 13 de septiembre, tengo 16. Pero todos creen que tengo 17. Se supone que mi cumpleaños fue en verano, y que...bueno, eso creen. Lo cierto es que faltan tres semanas para mis diecisiete, aunque nadie debe saberlo. Detesto las grandes fiestas, los costosos regalos y...todo eso.

Antes de irse, el sol matiza,
y así la tarde, se hace rojiza.
Yo no imaginé que así, mi vida sería;
tras un ideal, mas no se cual,
nada quisiera tener.
Que gran secreto guarda la vida,
que nos anima o que nos motiva,
Insatisfecho va por el mundo mi ser.
Que alguien me diga que rumbo siga,
Monotonía, hay cada día;
Una ilusión, pues no quisiera caer.
Insatisfecho va por el mundo mi ser...

Escuché la pequeña melodía sonar y con la mirada busqué mi celular por el cuarto, recordando que lo había dejado en la sala. Con pasos lentos me dirigí fuera del cuarto, era un simple mensaje después de todo...pero de momento recordé algo. Si el mensaje no es abierto antes que la pista deje de sonar, se abre solo...

Edward sostenía en sus manos el pequeño aparato, supuse que pensaba entregármelo cuando el mensaje se abrió y él...lo leyó. Tenia el ceño fruncido y los labios torcidos en una sonrisa maliciosa, me miró desafiante y dejando el celular en el mismo lugar, se fue.

Lo tomé de forma insegura y al darme cuenta lo que decía, clavé los ojos en la puerta...ahora entreabierta, por la cual había salido mi nuevo compañero.

"Bella, ya sabemos que Edward es tu compañero. Las divinas lo han dicho, él es tuyo. Cumple con la misión, tienes todo el semestre. Atte. Jess"

"Edward Cullen" su nombre se repitió en mi mente. "Ya no eres objetivo de las divinas...ahora, eres el mío."
Las divinas parecían concientes de este hecho. Ahora me tocaba a mi llevarme a Edward a la cama, aunque sabían de sobra que no lo haría. Nunca había participado en sus apuestas, pero porque era virgen...

Y ahora Lauren sabe que no lo soy, entonces...ya no hay engaño. Pero, ¿quién se lo dijo?

¿Cómo supo que Jake y yo...?

Azoté la puerta de mi habitación al entrar en ella.

Edward POV

"El objetivo de Isabella Swan."

¡Vaya! No solo iba a ser acosado por varias chicas por ser nuevo, sino que mi nueva compañera tenia la "misión" de llevarme a su cama. Esto era un gran problema.

Mi intención no era leer el mensaje, pero este se abrió solo. Al mío le pasa lo mismo, en realidad, nuestros celulares son iguales.

Ella lo había dicho: "En el mundo no existen coincidencias, solo lo inevitable".

Por eso me tocó ser su compañero, estar presente durante su charla de chicas y leer el mensaje. Esto debía pasar, de ese modo no seria engañado por un rostro bonito. Isabella Swan no iba a jugar conmigo.

-¡Hey, Eddie!- gritó mi hermano Emmett una vez me abrió la puerta. -¿Cuál es tu cuarto, quien es tu compañero, que haces aquí, por que estas tan enojado, me estas oyendo?- definitivamente, era Emmett.

-Déjalo hablar, Emmett.- salió a mi defensa mi pequeña hermana, que al parecer también se encontraba en el cuarto. En realidad todos estaban ahí.

-¿No puedo venir con mi hermano?.pregunté molesto y enarcando una ceja.

-Tranquilo, Ed.-Rosalie salió a defensa de su escandaloso y poco indefenso novio. -¿Qué te pasa?-preguntó curiosa al notar mi rostro.

-Entra.-dijo Jasper al notar que seguía parado en el marco de la puerta.

Después de estar un rato en silencio, las chicas se fueron. Entendiendo que esto seria una charla de...hombres.

-¿Quiénes son las divinas?-preguntó Emmett cuando le conté que esas chicas iban sobre mi.

-Las chicas superficiales a las que llamaron la tensión en el auditorio. Son cuatro porristas...-

-Lauren Mallory, Isabella Swan, Jessica Stanley y Ángela Weber, ¿cierto?- preguntó Jasper, quien como siempre, ya había investigado el asunto. Asentí.

-Pero la que va tras de mi, es Isabella Swan.-

-¿La capitana de porristas?-preguntó Emmett. -¡Fiuuuu!-

-¿Fiuuuu?-preguntamos a la vez Jasper y yo.

-Es que no sé silbar.-dijo para luego estallar en carcajadas. Jasper y yo nos miramos unos instantes con unas enormes gotas estilo anime en nuestras nucas. Emmett era...Emmett, después de todo. –Al menos te vas a acostar con la que te gusta...-dijo burlonamente y lo golpeé.

-Ella no me gusta, es...es...una porrista-dije sin saber en realidad nada. ¿Acaso, me gustaba Isabella Swan? Debía reconocer que es muy bonita y no parece tonta, es distinta y no se deja pisotear, es autoritaria y...mi cazadora.

-Cierto, eso arruina su maravillosa personalidad y su agraciado físico.-dijo Jasper entre risas. Mis mejillas estaban ardiendo, por lo que supuse que estaba rojo.

-¿Y eso es todo?-preguntó Emmett. –Solo evita entrar a su dormitorio.-dijo resuelto y encendió el televisor.

-Ella es mi compañera.- Ambos se giraron a verme y Emmett se atragantó con las palomitas que estaba comiendo.

–Estas en problemas- ¡Oh, Emmett, el genio de la familia! –Llama a Carlisle y pídele consejo.- ¡Claro, hay que involucrar a papi en esto! Estúpido hermano mayor...

-Me largo...-Jasper me dio una sonrisa para infundirme confianza y Emmett siguió viendo la tele.

Bella POV

Eran las ocho, hora de cenar. Edward no había vuelto en toda la tarde, según había entendido, los Cullen y Hale habían entrado al equipo de fútbol. Lauren se las había "arreglado", para que Edward fuera el capitán...de ese modo podría salir con él con mayor facilidad por orden de popularidad.

El capitán de fútbol y la capitana de porristas eran la pareja ideal. Un atleta y una animadora. La divina y...¿su presa?

¡Malditas divinas!

La puerta se abrió mientras me servía un plato de espagueti. Edward entró por ella, con la vista en el suelo y un poco sonrojado.

-¿Cenaras conmigo?-pregunté con las mejillas ardiendo al sentir sus ojos clavados en mí. –Lo del mensaje, no va en serio. No voy a...acostarme contigo.-

-¿Por qué no?-dijo una vez estuvimos ambos sentados en la pequeña sala, con nuestros platos sobre la mesa de centro. -¿No soy suficientemente bueno para ti?-me quedé helada, ¿de que iba este chico?

-No soy una zorra. No soy como las demás...-dije sin mirarlo. –No me importa que tanto escuchaste de nuestra charla sobre...los maestros; pero...no soy como ellas...-me miró sorprendido, como si no se hubiera dado cuenta que...todas estábamos enteradas de su presencia antes.

-Ustedes sabían que yo...-dijo despacio, y con el tenedor movía su comida.

-En realidad yo no, pero las niñas me lo dijeron cuando no estabas...-me sentía incómoda. –¿Puedo...pedirte un favor?-pregunté con cautela. Sus ojos buscaron los míos y volví a sonrojarme. –Dos favores realmente.-

-¿Cuáles?-preguntó dudoso.

-Olvida la apuesta de las divinas. Yo no juego con ellas.-

-Bien...y, ¿cuál es el otro?-sus ojos seguían puestos sobre mi.

-Necesito un tutor para biología y...tu pareces un chico listo...¿puedes...-

-¿Enseñarte?-asentí. Él sonrió. –Trato hecho.-

El resto de la cena, fue en silencio.

Edward POV

La primera semana pasó a prisa. Bella y yo dedicábamos algunas horas a estudiar biología, aunque desde mi punto de vista era innecesario. Ella es realmente lista.

Aquel trabajo que presentamos sobre "Cumbres Borrascosas" fue todo un éxito. Creo que la maestra de literatura y Bella se llevan muy bien, a pesar de no demostrarlo con frecuencia. Durante las clases, ella parece dudar de las respuestas y en biología nunca le permiten hablar; pero en los exámenes y trabajos demuestra su valor.

Nadie le dice nada si falla o se queda callada, creo que los profesores ya conocen su modo de trabajar. Solo el profesor de laboratorio no se cansa de humillarla. Y creo saber la razón...

Flash Back

Me encontraba en el salón de biología, guardando mis cosas cuando la pluma se cayó. Bella estaba por abandonar el aula cuando me agaché a recoger mi bolígrafo.

-Bella.-escuché al profesor llamarla, creyendo que estaba sola. -¿Conseguiste un tutor?-preguntó de forma burlona. Salí de mi "escondite" sin que se percatasen de mi presencia. Esto se me daba mejor cada vez...

Creo que podría ser espía, si la medicina no es mi vocación...quizás la CIA me contrate. Bien, bien...volvamos con la historia...

-No va a funcionar, ¿cierto?-preguntó molesta Bella. –Usted volverá a reprobarme- 

-Eres una chica lista, Bella. Ambos lo sabemos.- dijo tomándola por el brazo. -¿Por qué haces esto?-

-¡Yo no hago nada! Ya le he dicho que nos saldría con usted...prefiero reprobar de nuevo.-

-Tomaré tu palabra, pero estoy seguro que cambiarás de opinión muy pronto.-y la besó. Antes la había arrinconado contra el escritorio, y ahora la besaba. 

-¿Profesor Rodríguez?- preguntó Jessica Stanley mientras entraba al aula. 

-¿Qué pasa, Jess?-dijo él. 

-Tenemos una asesoria pendiente, ¿cierto?- él asintió y dejó a Bella sola. 

Levantó el rostro y sus ojos me traspasaron. El chocolate profundo de su mirada me dejó helado y luego se fue.

Fin del Flash Back 

Aun así, ella no habla sobre ello y parece esforzarse más. Como si quisiera demostrarse algo a sí misma y no a nuestro maestro.

Bella Swan supone un misterio...un misterio que pronto resolveré.

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